La moción de censura es un procedimiento que materializa los pesos y contrapesos entre la rama legislativa y ejecutiva. Sin embargo, desde su creación con la Constitución del 91, ninguna ha prosperado, lo que no significa que estos procesos no hayan sido exitosos, señala Felipe Botero, director de Congreso Visible, un proyecto del Departamento de Ciencia Política, de la Universidad de los Andes, que realiza seguimiento y análisis permanentes del Congreso de la República. 

Al final, este instrumento de control político que permite remover ministros de su cargo termina  llamando la atención sobre un funcionario que no está cumpliendo o que desestimó sus funciones. “Se trata de un juicio político y no está relacionado con que el ministro haya cometido crímenes o haya roto la ley. No es una cuestión criminal ni administrativa, sino política”, enfatiza Botero.

Con este proceso no se ha logrado la censura de ningún ministro, porque los funcionarios suelen renunciar antes de que se ponga en marcha esta figura, por presión de la opinión pública, o porque el presidente suele cambiar y nombrar a otra persona. Además, que resulta difícil alcanzar la mayoría de votos afirmativos cuando el gobierno cuenta con el apoyo mayoritario del Congreso.

Beatriz Gil, coordinadora de Congreso Visible, explica que la mayoría de ministros cuenta con el apoyo de al menos un partido con asiento y que esto se debe a que se identifican con algún partido o han ejercido cargos anteriores por representación.

 

Lo que sí es cierto es que la moción de censura es una herramienta de la oposición, que generalmente tiene minoría. De hecho, para este sector resulta difícil aprobar proyectos de ley y mostrar su gestión a la ciudadanía, entonces usan esta figura para mostrar que están pendientes y ejerciendo control político. Botero explica que son pequeñas victorias que luego se usan electoralmente.

Los académicos afirman que no se trata de un procedimiento que esté desgastado, sino que, por el contrario, es una herramienta que aún tiene poder y que es temida por los ministros. Como fue concebida hace que resulte difícil remover a ministros del cargo, no obstante surge la pregunta ¿Queremos que sea fácil censurarlos? Y la respuesta apunta a que censurar ministros continuamente no aportaría a la estabilidad gubernamental. “Se trata de ejercer oposición, pero no una situación de crisis”, señalan. 

¿Cómo funciona?

La moción de censura debe ser presentada por una mayoría, que inicialmente cita al debate y que es el lugar donde el ministro puede dar las explicaciones pertinentes. Una semana después se vuelve a citar al funcionario, en plenaria donde se vota afirmativa o negativamente.

Para aprobar el proceso se necesita el voto afirmativo de la mitad más uno de los integrantes de la cámara donde se propuso la iniciativa.