Investigación: 'Plantas acuáticas de la Orinoquia colombiana'

Con el objetivo de destacar la dedicación y el riguroso trabajo del equipo de investigadores Santiago Madriñán, Anabel Rial, Ana María Bedoya y Mateo Fernández-Lucero, que durante tres años recopilaron información de casi 300 especies de plantas acuáticas, en la Universidad de los Andes se realizó la presentación del libro Plantas Acuáticas de la Orinoquia colombiana.

Santiago Madriñán, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de los Andes y director del Jardín Botánico Guillermo Piñeres, de Cartagena, contó detalles de este proyecto.

El proyecto surge de una convocatoria de Ecopetrol entre 2011 y 2012, que buscaba investigaciones para trabajar en los humedales de la depresión momposina y en los Llanos orientales de Colombia. El grupo de investigación de Madriñán resaltó la gran falta de conocimiento de las plantas acuáticas no solo en la Orinoquia sino en Colombia y, así, decidió realizar una investigación dirigida hacia el conocimiento de estas especies.

"Fueron tres años intensos de trabajo de campo visitando cada esquina y el centro de los llanos; las sabanas inundables del Meta y de Arauca, la altillanura del Vichada, los destinos ecosistemas... Siempre procurando meternos en lugares húmedos, nadando, con snorkel, tomando fotografías con cámaras subacuáticas... Todo esto buscando recolectar plantas para traerlas al herbario de la Universidad de los Andes, donde pasaron por un proceso muy detallado y constante de identificación y determinación de los especímenes", afirma Madriñán.

Luego se hizo una importante compilación de la información, no solo fotográfica sino de todos los datos recopilados, para lograr el libro.

Participantes

En la investigación trabajaron de la mano con Anabel Rial, Ana María Bedoya, Mateo Fernández-Lucero y Alfredo Navas, exalumno, y a quien Madriñán destaca "por su amplio conocimiento de la región".

Experiencias de vida

Lo más enriquecedor, agradable y riguroso fue el trabajo de campo.

"Viajamos en avión, avioneta, en un DC-3, por ejemplo. Vivimos una situación muy peligrosa hasta Inírida. Usamos lancha, montamos a caballo, en carro, en motocicletas. Fue pesado, pero definitivamente satisfactorio", dice Santiago Madriñán, doctor en Biología de la Universidad de Harvard.

También recuerda el trabajo de herbario, una labor "dura pero necesaria para lograr consolidar el listado de plantas y después sacar toda esa investigación y plasmarla en un libro tan bonito. Es una experiencia enriquecedora", recuerda.

La elaboración y publicación del libro contó con el respaldo de Ediciones Uniandes.

Son 290 especies con sus fichas técnicas, cifra que supera con creces, cualquier producción de conocimiento de plantas acuáticas que exista.

La biodiversidad escondida

"Muchos aseguran: 'como en los llanos no hay bosque, entonces no está contabilizado' y, precisamente, el peligro que corremos es perder esta flora que no es fácilmente vista. Son plantas pequeñas con flores pequeñas. Es una altísima diversidad y a la vez muy frágil. Con cualquier alteración, tanto de los cursos de agua como del suelo, la podemos perder. Hay que ver y resaltar esa biodiversidad que no está contabilizada, que no conocemos y que tampoco podemos perder", afirma enfático el coautor del libro Plantas Acuáticas de la Orinoquia colombiana.

Expectativas

"Queremos que el mundo entero conozca esta gran diversidad de plantas acuáticas y que ojalá sirva para fomentar nuevas investigaciones. La ciencia es infinita y nunca nada está terminado, todo está por hacerse. Nosotros estamos poniendo un pequeño grano de arena de un universo infinito de conocimiento. Siempre habrá preguntas por hacer y esperamos que esto sirva de inspiración para seguir investigando y vinculando a estudiantes que se interesen por la flora en la Orinoquia y en Colombia en general", concluye.