Democratización del acceso a recursos genéticos
Gestionar adecuadamente la procedencia y el intercambio de información sobre recursos genéticos, así como asegurar una distribución justa y equitativa de las ganancias en diversos sectores productivos, son temas clave en la discusión de la COP-16.En la antesala del panel Replanteando a los usuarios y proveedores de DSI como co-creadores, durante la COP16, Yessenia Olaya, ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, subrayó la importancia de crear un nuevo mecanismo multilateral que democratice el acceso a la información sobre recursos genéticos y garantice una distribución justa y equitativa de las ganancias de distintos sectores productivos.
Según la Ministra, este cambio es esencial para dejar atrás un sistema extractivista que explota los conocimientos de la biodiversidad. El plan sería avanzar hacia un modelo económico que responda a la crisis climática y fomente una nueva bioeconomía. Este enfoque impulsaría iniciativas que se generan desde los pueblos indígenas y afrodescendientes. Aunque, para lograrlo, necesita el compromiso de las naciones.
“No podemos continuar con una política extractiva de la biodiversidad que no genere una mejor distribución de la riqueza. Esas ganancias deben tener impacto en el desarrollo de las naciones, fortaleciendo la investigación y formando talento humano. La ciencia debe articular la política y la cultura para dar respuestas a la crisis climática”
Yessenia Olaya, ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación,
Durante el panel, moderado por Andrew J. Crawford, profesor de Ciencias de la Universidad de los Andes, expertos analizaron el rol de los proveedores y usuarios de recursos genéticos como cocreadores del conocimiento. También discutieron el acceso y la distribución de beneficios (ABS) y la información de secuencias digitales (DSI, por sus siglas en inglés), resaltando su impacto en el desarrollo sostenible y la equidad. “Para que la ciencia avance, es fundamental compartir información. Necesitamos establecer acuerdos que faciliten tanto el acceso como el intercambio de datos, lo cual es clave para impulsar la innovación y el desarrollo de las ciencias básicas”, señaló Crawford.
John Kress, científico del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, destacó que la DSI será clave para comprender la biodiversidad y el mundo natural. “Es fundamental gestionar adecuadamente la procedencia y el intercambio de la DSI lo antes posible”, advirtió.
Kress también subrayó la importancia de la colaboración entre científicos y comunidades indígenas para maximizar el conocimiento a nivel local y global.
“Las comunidades indígenas y locales (IPLCs) y los científicos deben distinguir juntos la diferencia entre aprender sobre el mundo natural a través de la ciencia y utilizar la biodiversidad a través del comercio, mientras centralizamos la información de DSI en bases de datos de acceso abierto”
John Kress.
Panel Replanteando a los usuarios y proveedores de DSI como co-creadores
Por su parte, Arturo Luna, exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia, resaltó que la DSI tiene para los campesinos y pueblos tradicionales un valor comparable al de la propiedad intelectual en los sectores industriales y tecnológicos. “La DSI en nuestro país sería el equivalente a la propiedad intelectual de los campesinos”, afirmó Luna, subrayando la importancia de proteger y valorar estos conocimientos, ya que reflejan el saber ancestral y el uso sostenible de los recursos biológicos de sus entornos.
Además, subrayó la importancia de concienciar a los colombianos sobre el valor social y económico de sus recursos genéticos: “Debemos evangelizar a los colombianos del valor intrínseco de nuestros recursos genéticos y sus derivados, y de la necesidad de agregarles valor. Tal vez así podamos frenar y revertir la pérdida de nuestra biodiversidad”.
La discusión en la COP16 es crucial para redefinir cómo los recursos genéticos pueden generar riqueza de manera equitativa, reconociendo el valor de los conocimientos tradicionales y avanzando hacia una bioeconomía sostenible.
“Es imperativo ratificar el protocolo de Nagoya. De lo contrario estamos expuestos a perder los beneficios económicos y sociales que brindan los recursos genéticos de nuestra biodiversidad, frente a países con mayores capacidades tecnológicas.”
Arturo Luna, exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia
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