18/12/2020

Casas que cuentan cosas

Foto de un señor en un espacio desordenado, en la pared un cuadro del sagrado Corazón de Jesús
Eduardo Pereira habita con su familia en el pabellón psiquiátrico del Hospital San Juan de Dios. Foto: Nadege Mazars
Foto de un hombre junto a una carreta de reciclaje
La casa de Alejandro es un collage móvil que él mismo fabricó. Foto: Miguel Winograd.
Foto de señor sentado en la cama viendo al horizonte
Joaquín Guzmán vive en una de ocho casas del conjuto residencial Pasaje Gómez, uno de los primeros de la ciudad. Foto: Miguel Winograd.
Foto de Lorenzo Morales en la exposición a exposición. Adentro formas de vida en Bogotá
Foto de un señor en un espacio desordenado, en la pared un cuadro del sagrado Corazón de Jesús
Foto de un hombre junto a una carreta de reciclaje
Foto de señor sentado en la cama viendo al horizonte
Aunque Eduardo Pereira no tiene problemas mentales, vivió durante varios años en el pabellón psiquiátrico de un viejo y abandonado hospital en Bogotá: el San Juan de Dios.

Allí, luego de perder su trabajo, Eduardo se instaló con su familia. Adaptó su nueva morada con escritorios, sillas, archivadores, gavetas y parte del mobiliario que quedó tras el cierre de la institución en 1999.

En este lugar, ubicado en la Av. Carrera 10 con Calle 1 Sur, en la localidad de Antonio Nariño, son cada vez más evidentes las huellas del tiempo y el olvido: techos desteñidos por la humedad, prados sin podar y una que otra pared descascarada. En una de ellas, Eduardo tiene exhibido un imponente cuadro del Sagrado Corazón. 

Si bien la historia de la familia Pereira parece traída de los cabellos, el relato de Eduardo hace parte de 'Vida loca', una de las 17 crónicas de la exposición 'Adentro. Formas de vida en Bogotá', que Lorenzo Morales, profesor de la Facultad de Artes y Humanidades, escribió para este proyecto que inició hace 5 años y que ya cuenta con un libro que lleva el mismo nombre. 

Fragmento de 'Vida loca'
Los locos ya no están. Los sacaron poco a poco. Los consultorios se vaciaron, doctores y enfermeras no volvieron. El pabellón de salud mental del Hospital San Juan de Dios quedó abandonado a comienzos del año 2000, cuando los empleados dejaron de recibir sus sueldos y el centro médico público, fundado en 1723, entró en liquidación.
Eduardo Pereira trabajaba en el área de mantenimiento. Se necesitaba mucha gente para mantener en pie los 23 edificios del hospital en los que trabajaban 3.640 empleados. Recibió el último sueldo de septiembre de 1999. Las deudas empezaron a ahogarlo hasta que perdió su casa. Además, tenía que hacerse cargo de sus tres hijos su mujer y su suegra.

Las niñas se criaron en esa extraña vivienda. Crecieron jugando en los potreros que nadie, podaba, trepando en los pinos centenarios y lúgubres y entre las ruinas del viejo hospital. La penuria los obligó a reinterpretar los viejos muebles hospitalarios. “Todo es del hospital” dice Eduardo, con un cierto pudor por lo ajeno. 

La curiosidad de Lorenzo se materializa en este trabajo periodístico y académico que registró con el apoyo de un equipo de fotógrafos: Juanita Escobar, Nadege Mazars, Miguel Winograd y Mateo Pérez. "Este proyecto me hizo entender que no importa donde vivamos. Creo que todos finalmente en esta ciudad buscamos y tenemos un lugar que llamamos nuestra casa”, reflexiona Morales.

La idea nació mientras el periodista aprovechaba las tardes para caminar por las calles de la ciudad, tratando de imaginar los secretos detrás de cada fachada: “Uno ve que se empiezan a encender las luces y es fácil ser un poquito fisgón. A mí siempre me fascinó eso de mirar por la ventana y preguntarme: ¿quién vivirá ahí?, ¿cómo será vivir allá?”, cuenta Lorenzo Morales que dicta clases a los estudiantes de la Maestría en Periodismo.

Las imágenes capturadas revelan el entorno y las formas de vida en hogares de diferentes estratos sociales, tanto en zonas urbanas como rurales de la capital. La casa que Alejandro, por ejemplo,  fabricó con tablas y desechos; o la de Hernán y Rossana en la penumbra, debajo de un puente vehicular, también se destacan en la exposición. 

“Acercarnos a Alejandro fue muy difícil, era una persona muy temerosa, muy arisca, casi violenta -cuenta Morales-. Estuvimos a punto de irnos. Una vez nos salió con un palo”.

Escuche un fragmento de Los Náufragos, la vida debajo de un puente:
Foto: Mateo Pérez


2020 no fue un año fácil. Las formas de relación entre las personas y su entorno, en este caso sus casas, se han transformado por causa del confinamiento y las cuarentenas. En palabras de Lorenzo Morales: "La pandemia nos ha obligado a encerrarnos en nuestras casas, a darles un nuevo sentido a los espacios que habitamos y a darles nuevos usos. Esta exposición, finalmente, es sobre eso: cómo la gente habita sus casas, cómo las usa, como las aprovecha. Creo que todos hemos tenido que hacer un alto y empezar a pensar en eso". 

Conozca más fotografías e historias del proyecto 'Adentro. Formas de vida en Bogotá' AQUÍ.

Exposición abierta hasta junio de 2021
Casa Sámano, Museo de Bogotá 
Carrera 4 No. 10-18
Entrada Libre
Horarios: martes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. Sábado y domingo de 10:00 a.m. a 5:00 p.m. 



 
Reviva la charla del Museo de Bogotá sobre el libro «Adentro. Formas de vida en Bogotá»:
 
 

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