La guerra en Colombia ha dejado —y sigue dejando— ecos y reverberaciones

En su tarea por recoger esa compilación de voces y relatos en primera persona de cientos de vidas que fueron trastocadas por el conflicto, el comisionado de la verdad y profesor de Antropología de Los Andes, Alejandro Castillejo Cuéllar, coordinó el volumen testimonial, presentado dentro del Informe Final de la Comisión de la Verdad, llamado Cuando los Pájaros no Cantaban: Historias del Conflicto Armado en Colombia.


En la foto: Alejandro Castillejo Cuéllar - Autoría de la foto: Prensa Fundación Alejandro Ángel Escobar

En mérito a este exhaustivo trabajo de compilación, que incluyó, también, una dimensión sonora y una pedagogía itinerante, fue que obtuvo el Premio Alejandro Ángel Escobar en la categoría de Ciencias Humanas y Sociales, uno de los premios más importantes de este campo en el país.

Según la Fundación Alejandro Ángel Escobar, esta propuesta fue innovadora y disruptiva en la medida en que se animó a contar la barbarie sin caer en la literalidad de la violencia. En entrevista con Los Andes, el profesor Castillejo criticó que en Colombia se ha hablado mucho desde la perspectiva grotesca del conflicto, justo por la práctica repetitiva de la descripción. Por eso buscó una mirada distinta:

“Si hay devastación la vemos desde el rabillo, desde un lado, pero nunca directamente y esto nos situó en las formas de supervivencia de la vida cotidiana y las reverberaciones que también crean sentido de porvenir: ver lo que la gente hace para construir su mundo y pensar de una manera mucho más profunda sobre lo que significa el futuro”, detalló.

A partir de las voces de 250 personas –de las más de 13.000 que rindieron testimonio ante la Comisión– se erigió este volumen testimonial, la gran apuesta de la memoria de la Comisión de la Verdad, un encargo en formato transmedia con el libro Cuando los pájaros no cantaban: historias del conflicto armado en Colombia, la plataforma sonora Sonido y Memoria, y la pedagogía itinerante Lecturas Rituales.

También fue una ofrenda a la versión más tradicional y clásica de la antropología, centrándose en los lugares y las personas. En este trabajo de campo, pese al encierro de la pandemia, se viajó, se recorrió y se escuchó. Hubo diálogos de día y de noche, en la selva y la montaña, en lo apacible y lo inhóspito para ahondar, finalmente, en las historias.

El 11 de octubre, en el Museo Nacional y en representación de Castillejo Cuéllar, recibió el premio su compañera de trabajo Magdalena Frías, quien coordinó la parte de la Lectura Ritual:


En la foto: Colectivo Cuando los Pájaros no Cantaban: Historias del Conflicto Armado en Colombia - Katherine López, Katherine Villa, Natalia Anaya, Laura Andrea Pachón, Juana Durán, Natalia Salamanca, Natalia Escobar, Olga Lucía Corzo, Paula Andrea Moreno, Santiago Escobar, Harold Esteban Muñoz, Magdalena Frías y Félix Eduardo Corredor - Autoría de la foto: Fundación Alejandro Ángel Escobar

“Para Alejandro fue muy importante el valor del testimonio y que este libro pudiera ser leído, que nos congregara como país, que no generara ninguna ruptura, que pudiéramos ver en ese testimonio múltiples encuentros de seres humanos que estuvieron en la guerra, inclusive que se sufrieron la guerra. Fue una apuesta que también resumió todos sus años de trabajo”, sostuvo.

En honor a la verdad y a la coordinación del profesor Castillejo, el jurado evaluador del premio destacó: “el compendio de testimonios de una amplia franja de colombianos—campesinos, gente urbana, jóvenes, adultos y ancianos, soldados, guerrilleros y paramilitares— para ponerlos en diálogo, en el que emerge lo cotidiano, produciendo una serie de textos breves para ser leídos en voz alta en comunidades. A diferencia de muchos libros de testimonios de personas afectadas por el conflicto colombiano, este volumen se concentra en las vivencias de la gente, en vez de revictimizarla con narraciones de los actos violentos. El jurado destaca que los testimonios hablan por sí mismos, y no requieren de ningún tipo de ampliación, justificación o aclaración teórica”.

Palabras completas del profesor Alejandro Castillejo Cuéllar en aceptación del Premio Alejandro Ángel Escobar en la categoría de Ciencias Humanas y Sociales

Desde su estancia en Londres, en el Cementerio Highgate, junto a la tumba de Marx, el profesor Alejandro Castillejo Cuéllar compartió sus palabras de aceptación:

“Cuando sembraba con los mayores arhuacos hace unos pocos meses en Sekúmake, el más sagrado lugar en Nabusímake, en el quijotesco proyecto de atravesar la Sierra Nevada con una grabadora de audio, los pájaros volvieron a cantar como interpelando la conversación que acabamos de escuchar. Me recordaron que, para tener una voz, requerimos de escuchar y la presencia del otro, indefectiblemente, incluso, cuando es uno mismo. Cuando los pájaros no cantaban y toda su apuesta itinerante ritual y sonora es una polifonía de murmullos y voces entretejidas entre varios tiempos y espacios. Acroasis llamaban los griegos a esta escucha multidimensional. No solo las personas quienes nos confiaron sus palabras y, sobre todo, sus silencios, como una vez escribí, sino también de quienes se acercaron a ellos diariamente: entrevistadores, transcriptoras, catalogadores, investigadoras, coordinadores regionales, comisionados y, por supuesto, el equipo de trabajo del texto-sonido itinerante, en el que se convirtieron los pájaros. Con orgullo puedo decir que el libro atraviesa a Colombia y a la Comisión como un conjunto de ecos y de resonancias, a todos ellos y ellas, y ahora a la Fundación Alejandro Ángel Escobar, les debo un agradecimiento especial”.
 

 

Escrito por:

Luis Felipe Laverde Salamanca

Periodista