En un vasto territorio de 54,000 km² de la selva amazónica del Vaupés, se hallan dispersas 256 comunidades indígenas. Su población, al igual que en el resto del mundo, experimentó un profundo temor y preocupación ante la llegada de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, se enfrentaron a desafíos aún mayores debido a la escasez de servicios de salud, pruebas y elementos de bioseguridad, así como otras necesidades básicas.  A pesar de ello, los habitantes descubrieron en su sabiduría ancestral y medicina tradicional un recurso invaluable para hacer frente a la crisis sanitaria. 

“Los altos costos operativos y las dificultades de acceso para simplemente llevar la información de que el mundo estaba paralizado por un virus mortal, que requería que la comunidad se preparara, exigió un despliegue gigantesco”, cuenta Hollman Miller coordinador de Enfermedades Trasmitidas por Vectores Secretaría de Salud de Vaupés, para el documental Saberes Indígenas del Amazonas Frente al COVID-19. 

A raíz de la preocupación generada por los fallecimientos en la frontera de la región amazónica con Brasil y siguiendo las directrices de las autoridades sanitarias, algunas comunidades optaron por suspender ciertos rituales, incluyendo el tradicional encuentro matutino conocido como la Quiñapira. Esta arraigada costumbre reúne a los habitantes a las seis de la mañana para compartir un plato típico de la región, dialogar y resolver cualquier asunto comunitario antes de comenzar sus labores diarias. 

En plena pandemia, cuando las medidas de cuarentena eran más estrictas, el grupo de investigación del Grupo SIGIT (Sistemas de Salud, Infancia, Género, Interculturalidad y Trópico) de la Universidad de los Andes, que lleva cinco años en la lucha contra enfermedades infecciosas desatendidas en varias regiones de Colombia, enfrentaron sus propios miedos y tomaron la decisión de adentrarse en el Vaupés. 

“Nos equipamos con cajas llenas de tapabocas que cambiábamos constantemente y nos lavábamos las manos de manera constante. Solo nos faltó llevar trajes impermeables. Al reflexionar sobre ello, tal vez fuimos un tanto exagerados, considerando que nos encontrábamos en plena selva”, relata Jovana Ocampo, profesora e investigadora del Equipo de Salud Pública de la Facultad de Medicina de Los Andes.

El objetivo principal del equipo era continuar con su labor de control y reducción de enfermedades infecciosas en comunidades que carecen de acceso adecuado a servicios de salud. Sin embargo, al llegar allí, también quisieron documentar y comprender cómo la pandemia se vivía en medio de la selva. Por esta razón, realizaron el documental: Saberes Indígenas del Amazonas Frente al COVID-19

Saberes indígenas durante la pandemia

Jovana Ocampo en un diálogo con las comunidades.

Sabers indigenas durante la pandemia

Fotos: Grupo SIGIT

Al adentrarse en los resguardos y establecer diálogos con las comunidades, el equipo comenzó a percibir de manera diferente la crisis sanitaria, especialmente al interactuar con los sabedores, los adultos mayores encargados de transmitir el conocimiento espiritual propio de los pueblos indígenas.  

Según lo descrito en el documental, la orden inicial de las entidades sanitarias era que los habitantes debían adentrarse en sus resguardos para aislarse de las demás comunidades y conservar el uso del tapabocas. “Uno entiende lo del tapabocas en un transporte público, como en el Transmilenio, pero en medio de la selva, donde cada comunidad se encuentra a kilómetros de distancia, era difícil de comprender”, señala Jovana Ocampo.  

El saracura fue uno de los remedios utilizados por los indígenas, incluso en el casco urbano de Mitú, ciudad capital del Vaupés. María Ofelia Triana, líderesa indígena de la etnia Cubeo del Caño Cubiyú, relata en el documental sobre esta práctica de medicina tradicional: “Este medicamento se encuentra en el monte. Uno saca solo las ramitas, es decir, los gajos, los corta. Es completamente amargo y se debe tomar en la mañana y la tarde”. 

Este remedio natural se combinó con un antiguo ritual guiado por los sabedores, quienes, con su poder y conexión espiritual arraigada en los pueblos indígenas, buscaban proteger a su comunidad. El rito comenzaba con la preparación del yagé, una planta sagrada reverenciada por su capacidad de conectar con la naturaleza. Entre danzas ceremoniales, el sabedor encendía el cigarrillo de tabaco sagrado, inhalando el humo ancestral y luego soplándolo hacia cada persona reunida, infundiendo fuerza espiritual. 

“Esta práctica resultó de gran ayuda, ya que redujo la ansiedad en las personas y mitigó la problemática que enfrentábamos en el sector salud debido a la falta de una cobertura total y completa para la comunidad”, afirma Hollman Miller. 

Para Paola Rojas, contratista de apoyo de la Secretaría de Salud Departamental del Vaupés, quien creció inmersa en la cultura indígena, la medicina tradicional y la occidental pueden ir de la mano. Ella afirma: “Para mí, el conocimiento indígena es de gran valor, pero también tengo respeto por la medicina occidental, ya que he recurrido al acetaminofén cuando tengo dolor de cabeza”. 

En el documental se evidencia que enfrentar la emergencia en medio de la selva implicó combinar el conocimiento occidental, como la vigilancia de los signos de alarma y las medidas de bioseguridad, con los saberes ancestrales. “En nuestro contexto, no hay manera de llegar a las poblaciones, si se desconocen sus tradiciones es necesario integrar y complementar ambas medicinas”, enfatizó Hollman Miller. 


En video el documental: Saberes Indígenas del Amazonas Frente al COVID-19.