23/11/2018

'Lenguas vivas'

“En Los Andes hemos tenido profesores destaca dos en los estudios clásicos y por eso nos sentimos garantes de esa forma de transmitir conocimiento a través del lenguaje”. Andrea Lozano, directora Departamento de Humanidades y Literatura.
“En Los Andes hemos tenido profesores destaca dos en los estudios clásicos y por eso nos sentimos garantes de esa forma de transmitir conocimiento a través del lenguaje”. Andrea Lozano, directora Departamento de Humanidades y Literatura.
facultad de Filosofía y Letras nació en 1955 respaldada en la idea de que el estudio de las lenguas clásicas debía ser la base de la educación humanística.

Desde entonces, los cursos de latín y griego han permanecido en la Universidad de los Andes como el principal vehículo de quienes quieren apropiarse de la cultura de Occidente.

La importancia de estudiar estas lenguas radica en su relevancia histórica y cultural.

El latín, lengua del Imperio Romano, se extendió hacia gran parte del territorio europeo, Asia menor y el norte de África y, en su camino evolutivo, originó las llamadas lenguas romances, como son, entre otras, el español, el catalán, el gallego, el portugués, el provenzal, el francés, el italiano y el rumano. El griego, cuyos vestigios se pueden rastrear hasta 3.400 años en el pasado, ha sido el idioma de grandes obras literarias, filosóficas y religiosas, como los poemas de Homero, los Diálogos de Platón e, incluso, el Nuevo Testamento de la Biblia, que son piezas clave en el desarrollo de la civilización occidental.

“Es uno de los sellos que hace peculiar la educación uniandina. Desde el comienzo, los fundadores de la Universidad pensaron que era importante tener acceso directo a los saberes por la vía del conocimiento de esas lenguas –explica Andrea Lozano, profesora asociada y directora del Departamento de Humanidades y Literatura–. Permiten, además, adquirir la tradición, una transmisión cultural que es difícil obtener por otros medios”.

El interés por el latín y el griego no se limita a los cursos y proyectos de investigación que tienen a la lengua como objeto principal de aprendizaje. La Universidad concibe el conocimiento de la lengua como un elemento que enriquece el pensamiento general. Los alumnos de Danilo Cruz Vélez, quien fue profesor de filosofía entre 1957 y 1972, aseveran, por ejemplo, que su forma de enseñar se derivaba fundamentalmente de sus conocimientos del griego y del lugar 

que el lenguaje tiene en el aprendizaje de la filosofía. Con esta convicción, la Universidad ha producido su propio material de consulta para estudiantes. En 2006, Ediciones Uniandes publicó Lexis Kai Praxis: para el estudio de la lengua griega , libro elaborado por Emperatriz Chinchilla, Jorge Castro y Sergio Roncallo, docentes de la Universidad.

Los Andes también ha impulsado la traducción de textos de lenguas clásicas al castellano, en especial del latín. El Grupo de Traducción del Latín, dirigido por Felipe Castañeda, del departamento de Filosofía, y Emperatriz Chinchilla, de Humanidades y Literatura, tiene más de veinte años y ha publicado seis traducciones, la mayoría del periodo medieval.

Por su parte, el Grupo de Traducción del Griego, liderado por Sergio Ariza, del Departamento de Filosofía, y por Emperatriz Chinchilla, lleva una.

El estudio del griego moderno también ha rendido frutos. El lingüista uniandino Jorge Páramo Pomareda tradujo la obra Dignum est , del poeta griego Odiseo Elitis.

Su traducción fue galardonada en 1995 con el Premio a la Traducción de la Sociedad Helénica de Literatura. Aunque se trata de la traducción de una obra escrita en griego moderno y no clásico, es precisamente el conocimiento del griego antiguo el que le permitió a Páramo Pomareda hacer esa traducción. De Páramo Pomareda –ya no en el campo de las traducciones sino en el de las investigaciones– también fue premiado el libro Homero y Mice nas , publicado en conjunto con Gretel Wernher, la entonces decana de Humanidades y Ciencias Sociales en los Andes, el cual fue galardonado en 1992 con el premio Mazda. 
Profesores
En este más de medio siglo, la tradición de estudios clásicos o de latín y griego ha contado, entre muchos otros, con nombres como Jorge Páramo Pomareda, Gretel Wernher, Emperatriz Chinchilla, José Lorite Mena, Giselle von der Walde, María Eugenia Arango, Bárbara Rimgaila y Álvaro Robayo.

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