“La prosperidad regional no es un accidente”

Un estudio a 250 ciudades en el mundo de Naciones Unidas demostraba que las más prósperas se encuentran también en regiones con muy buenas condiciones, según Eduardo López Moreno, experto en desarrollo urbano y regional y miembro de ONU Hábitat. De ahí que afirme que la prosperidad regional no es un accidente, sino más bien una relación basada en la cooperación e igualdad.

“La idea de las ciudades que compiten es una herencia neoliberal que debemos dejar atrás. Hoy las regiones deben ser espacios de innovación e imanes de migración e igualdad. Es generar prosperidad compartida y no solo riqueza para unos”, agrega López Moreno, durante el Foro Visiones de un futuro territorial compartido, organizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo (Cider), de la Universidad de los Andes, con el apoyo de la Secretaría Distrital de Hábitat.

Claudia López, alcaldesa de Bogotá y Nicolás García, gobernador de Cundinamarca coinciden en esta perspectiva. “Que la integración no sea vista como una absorción, sino como una oportunidad para tener mejor calidad de vida rural y urbana”, explica el gobernador. López, por su parte, insiste en que no sea una conurbación de facto, sino una región metropolitana en la que se avance con participación y rigor técnico.

Para esto hay que partir, por ejemplo, de que Cundinamarca no ha sido vista por Bogotá como un par, por lo que es urgente un reconocimiento a nuestros vecinos y al mundo rural, evitando profundizar sus brechas, de acuerdo con la alcaldesa. Se augura que, para la próxima década, la capital de la República y su región serán fundamentales en la consolidación de competencias de conocimiento y educación.

Para ser un ejemplo de correlación entre iguales, se plantean desafíos en seguridad y abastecimiento, servicios públicos, aspectos ambientales, transporte y movilidad y desarrollo económico. Nadya Rangel, secretaria de Hábitat de Bogotá, plantea aumentar el aprovechamiento de más de 6.500 toneladas de basura diaria que se generan.

La coordinación también será clave para promover una gestión integral del agua y garantizar su sostenibilidad, además de aglomerar la prestación de los servicios, explica José Luis Acero, viceministro de Agua y saneamiento público.
 

En cuanto al abastecimiento, el gobernador de Cundinamarca hace un llamado a reducir los intermediarios, como se hizo con los mercados campesinos durante la cuarentena y así regresarle la dignidad al campesinado. Más aún cuando de 14.000 toneladas de comida que recibe la ciudad, el 51 por ciento proviene de 91 municipios vecinos.

El profesor del Cider, Sergio Montero, propone una visión de futuro para la región policéntrica, densa, incluyente y sostenible. Es decir: hacer ciudades donde los desplazamientos no tomen más de 30 minutos, crear más vivienda con equipamientos públicos que genere encuentros de clase y con nodos de transporte masivo. Y para eso los expertos son enfáticos en que se necesita voluntad política que supere la lógica de la gestión.

“Se debe construir una cultura regional política metropolitana y ahí es clave la organización y la confianza”, plantean María Buhigas, de la Región metropolitana de Barcelona y Gabriel Lanfranchi, de la Región metropolitana de Buenos Aires.

En esta lucha mutua contra la fragmentación y en la apuesta por un trabajo más coordinado podría entonces decirse que se sigue cumpliendo lo que dijo en su momento Alexander Von Humboldt: “Aquí se puede tener una buena vida, aunque quede muy lejos del mundo”. Y cómo no tenerla si la región sigue siendo un lugar de oportunidades. Es importante para el futuro en términos de productividad y cuenta con la red de páramos más grande del mundo que brinda agua cristalina a costos mínimos.

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