18/08/2017

Análisis: ¿Por qué sufre Barcelona este ataque terrorista?

Terrorismo en el corazón de Barcelona
Tributo a las víctimas en la Fuente de Canaletas en Barcelona. Foto: AFP

El terrorismo escogió esta vez a Barcelona como centro de su ataque. Al menos 13 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas tras el atropellamiento masivo en Las Ramblas, la avenida más transitada de la ciudad. Este no es un hecho aislado. En los últimos doce meses el mundo ha presenciado ataques similares en Niza, Londres, Berlín y Estocolmo, entre otros. ¿Por qué se replica el mismo 'modus operandi'? ¿Por qué España?


Para Sebastián Bitar, experto en asuntos internacionales, políticas y cooperación internacional en seguridad y derechos humanos, se trata de atentados que pueden lograr un impacto muy grande con recursos muy pequeños y, por este mismo hecho, pueden presentarse en cualquier parte del mundo.

“No pensaría que haya una estrategia coordinada del Estado Islámico para cometer atentados en España, más que en otros países europeos o en Estados Unidos. Lo que pasa es que Barcelona es un sitio atractivo para el terrorismo, como cualquier otra ciudad turística, porque el impacto es más fuerte por ser una ciudad símbolo”, asegura Bitar, profesor asociado de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.

La aparición de ataques con un patrón común como este preocupa especialmente por dos razones: uno, no van a desaparecer y dos, son atentados casi imposibles de prevenir. Sebastián Bitar explica que dado que el terrorismo ya no cuesta tanto como antes, puede continuar cumpliendo su objetivo de generar miedo con menos recursos. Agrega que “las estrategias que tenemos para atacar el terrorismo están centradas en el terrorismo tradicional, el de la bomba, los químicos, el secuestro de aviones; pero no estamos preparados para que haya ataques de costo muy bajo con tan alto impacto”.

La imposibilidad de prevenir los ataques aumenta la incertidumbre y sensación de inseguridad de las personas. Barcelona tenía una alerta antiterrorista nivel cuatro, pero ésta no evita este tipo de acciones violentas que no dejan rastro en su preparación. “Aquí no se compran explosivos ni se tienen que entrenar en técnicas muy avanzadas de manejo de artefactos, no se tiene que viajar, no se tiene que saber pilotear aviones, como en el caso de las Torres Gemelas, no se tiene que saber sobre química y otros temas, por ello son replicados fácilmente”, señala Bitar, politólogo y magíster en Ciencia Política de Los Andes y PhD en Relaciones Internacionales de American University.

Estos ataques los puede realizar cualquier persona con una camioneta, como sucedió este jueves en el corazón de Barcelona. Incluso, puede que el delincuente ni siquiera haya tenido un acercamiento muy cercano con el Estado Islámico para preparar el crimen.

La respuesta de la ciudadanía

Según el experto, uno de los objetivos principales de los actos terroristas es, sin duda, generar miedo en la población y así poder crear una sensación de inseguridad, y lograr que desconfíen de sus gobiernos al creerlos incapaces de proteger a las personas.

Sin embargo, lo que se observa en el atentado de Barcelona es una respuesta muy positiva de la gente diciendo ‘no nos vamos a dejar atemorizar’, ‘vamos a seguir viajando a Barcelona’, ‘vamos a seguir comprando en el comercio’.

El investigador de la Universidad de los Andes, relaciona el hecho con lo sucedido luego del atentado en un centro comercial de Bogotá. “Al día siguiente, además de tener un espacio de reconocimiento para las víctimas, muchas personas nos reunimos en el Andino para comprar en las tiendas dando el mensaje de que no teníamos miedo y lo que haríamos era apoyar a los afectados”, dice.

La reacción en el país ibérico ha sido de apoyo y no miedo generalizado.

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