04/04/2016

¡Soñar no es suficiente!

innovación, tecnología, desarrollo

Felipe Estrada opina sobre el papel de la innovación

Por Felipe Estrada*

Como universidad de investigación, tenemos la oportunidad de ofrecer a nuestro entorno soluciones a problemas reales en diferentes niveles utilizando el conocimiento y la tecnología. Esta condición genera oportunidades para crear negocios lucrativos y de alto impacto para quien quiera arriesgarse a hacerlo.

En los laboratorios de la Universidad estamos desarrollando soluciones para controlar infecciones de salmonella en pollos sin necesidad de utilizar antibióticos, para corregir malformaciones cardiovasculares y para convertir cualquier textil en un material completamente impermeable. ¿Y quién mejor para tomar el riesgo que la nueva generación de emprendedores que actualmente asiste a Los Andes? Como receptores de una formación de calidad, tenemos la responsabilidad de responder con la construcción de un mejor país. Al fin y al cabo, lo que determina el futuro que nos merecemos es lo que hagamos hoy.

Sin embargo, para llegar a esta meta, nuestra comunidad aún debe seguir aprendiendo. En el Centro de Emprendimiento con frecuencia hablamos de "las tres marías", tres ideas de emprendimiento recurrentes entre los estudiantes: un restaurante o bar, una aplicación móvil y una solución de transporte para estudiantes uniandinos. Estas ideas poco inspiradoras contrastan fuertemente con la situación nacional en materia de equidad social y competitividad, sin mencionar el inminente proceso de post-conflicto. Nuestro país necesita, con más urgencia que nunca, emprendimientos que generen más valor para todos; y es nuestra comunidad la que está llamada a construir estos emprendimientos.

La verdad es que, como comunidad, lo estamos haciendo. Entre nuestros estudiantes y egresados hay héroes transformadores que llevan el estandarte de la innovación, no con orgullo, sino con la humildad de saber que aún tienen mucho por hacer. Daniela Galindo, quien lidera Hablando con Julis, ha entregado la capacidad de hablar a 4.700 niños, jóvenes y adultos en Colombia y en América Latina, que no pueden hablar, leer o escribir. CoSchool, con su lema "Lidera, crece, transforma", impactó la vida de más de 2.000 niños en 2015, 65% de ellos pertenecientes a estratos 1 a 3, al desarrollar en ellos capacidades de liderazgo. Pablo Atuesta, Juan Rebolledo y Nicolás Borda han compensado las emisiones de 3.565 carros con sus techos y muros verdes a través de Groncol. Como ellos, hay muchos uniandinos que están transformando el mundo.

Pero necesitamos más. ¡Soñar no es suficiente! Mientras que la innovación nos da un insumo indispensable para transformar el mundo, el emprendimiento es la acción de transformarlo. Requiere remangarse y meter las manos en el lodo. El trabajo que hacemos como emprendedores en el mundo es ser agentes de cambio que no le temen a construir cosas nuevas, pero para ello debemos actuar.

Lo invito entonces a preguntarse: ¿qué me impide ayudar a cambiar el mundo?

*Administrador de empresas y MBA de la Universidad de los Andes. Emprendedor y profesor en emprendimiento e innovación de la Facultad de Administración. Es coordinador del Centro de Emprendimiento desde dónde trabaja para fortalecer la mentalidad y cultura emprendedora de la Universidad.

Este es un espacio abierto de opinión, si usted es profesor o investigador y quiere publicar su columna aquí, escriba un correo a Manuel Orozco, de Comunicaciones y Marca, (mh.orozco50@uniandes.edu.co).

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