11/10/2017

Nobel de Economía 2017: un paso más para recuperar a los humanos reales

Richard Thaler de la Universidad de Chicago fue premiado por su contribución a la economía del comportamiento.
Richard Thaler de la Universidad de Chicago fue premiado por su contribución a la economía del comportamiento. 

Por: Jose-Alberto Guerra
Profesor asistente de Economía


Richard Thaler ha sido galardonado con el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones al área de economía del comportamiento. O como algunos prefieren llamarla (ya que en realidad toda la economía es, de algún modo, el estudio del comportamiento humano), al área de economía y psicología.

Y sí, este premio se añade a pasadas distinciones otorgadas a economistas como Herbert Simon, Maurice Allais, Daniel Kahneman, Elinor Ostrom y Robert Shiller, que han hecho de la Economía una ciencia más humana. Una ciencia que se esmera por entender cómo distintas motivaciones (individuales o sociales) y emociones afectan las decisiones de los individuos.

Uno de sus mayores aportes ha sido el de llevar a la práctica de las políticas públicas lo que él ha denominado la arquitectura de las decisiones. Cuando un individuo toma una decisión, rara vez se encuentra en una situación vacía que carece de contexto. Muchas veces ese contexto afecta sus decisiones más allá de lo que este quisiera o estaría en capacidad de discernir. Por tanto, un regulador podría afectar ese contexto para incidir positivamente en sus decisiones (desde la perspectiva del individuo).

Por ejemplo: imagina que, al despertar, una persona ha tomado la decisión irreductible de iniciar una dieta baja en azúcar (i.e. ha actuado como un planificador).

Es la una de la tarde y avanza en la fila de un bufet mientras decide en su mente sobre su menú de almuerzo.

El aroma de distintas delicias culinarias colma todo el restaurante. Apenas llega al inicio de la barra de comidas se encuentra de frente con postres jamás imaginables, sin mucho pensarlo se abalanza hacia ellos y llena la mitad de su bandeja (i.e. ha actuado como un ejecutor).

Después de comer, y al sentir la pesadez estomacal suspira hondo al recordar su resolución de la mañana. El dueño del restaurante, o un regulador, podría haber afectado el orden en que la comida es presentada en el bufet, dejando los postres para el final esperando a que la bandeja este llena, y así evitar que este tipo de dicotomía entre planificador y ejecutor conlleve al arrepentimiento de sus comensales.

Con esta idea en mente, Thaler ha incidido en la manera en que distintos países se enfrentan actualmente a la regulación.

Al incluir una psicología más amplia de los individuos, su trabajo ha hecho más notorio los efectos adversos de la falta de autocontrol y las maneras relativamente sencillas de afectar el ambiente para empujar (i.e. nudge) sus decisiones en la dirección correcta.
Por Juan Camilo Cárdenas
Decano y profesor titular de Economía

Son muchas las razones por las que Thaler merecía este premio, pero tal vez una de la más importantes es que su trabajo está logrando transformar, para bien, la vida cotidiana de muchos ciudadanos como consecuencia de sus investigaciones y experimentos económicos en la realidad.
El mejor ejemplo es el diseño de un sistema de ahorro pensional voluntario (Save More Tomorrow) que ha aumentado la inscripción de millones de personas en el mundo a dedicar parte de sus ingresos a su fondo pensional.

Las consecuencias fiscales pueden ser de considerable envergadura, en un mundo que se envejece, que ha aumentado dramáticamente su esperanza de vida al nacer y que por ende requiere de una reforma profunda para generar contribuciones al sistema pensional desde mucho más temprano que lo visto hasta el momento.

Lo más atractivo del esquema de Save More Tomorrow para un empleado es que i) es voluntario, ii) solo comienza a sufrir los descuentos un año después de registrarse, y iii) está basado en los aumentos del sueldo y no sobre el sueldo per se.

Estos pequeños “detalles” resultan del conocimiento científico que tenemos hoy sobre el comportamiento de los humanos reales.

Al hacerlo voluntario se mantiene dentro de la filosofía del “paternalismo libertario” ya famoso desde su libro Nudge, escrito con Cass Sunstein. Al comenzar al regir dentro de un año se responde al problema de miopía inter-temporal, es decir el problema de auto-control que tenemos los humanos para hacer sacrificios en el corto plazo por la mayor utilidad que percibimos de gratificaciones inmediatas (gastarnos el sueldo del mes entrante en darnos ese gusto y comenzar a ahorrar dentro de un mes, o como decía San Agustín, “Si lo quieres, Señor, hazme casto, pero no todavía”.

Finalmente, al hacerlo sobre aumentos del sueldo y no sobre el sueldo el individuo percibe que está sacrificando menos porque no lo hace de algo que ya ganó (su sueldo actual) sino de algo que aún no ha ganado (el aumento), efecto bien documentado hoy en la así llamada “aversión a la pérdida” dentro del marco teórico de la Teoría Prospectiva (Prospect Theory) en que Thaler colaboró con Daniel Kahneman, Amos Tversky y Jack Knetch a lo largo de las últimas décadas.

Así, el programa pensional le quiebra la espalda a sesgos humanos de nuestra racionalidad que incluyen aferrarnos más de la cuenta a lo que tenemos, a ver de manera miope las ganancias inmediatas frente a las futuras (auto-control) y a esa tendencia que tenemos al statu-quo o la inercia.

Este es un ejemplo de aplicación práctica de investigaciones económicas relevantes con consecuencias micro y macroeconómicas que contribuirán a que las personas tomen mejores decisiones para ellos y para la sociedad.

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