31/01/2016

Silvia Restrepo: la bióloga que ayudó a la yuca colombiana

Silvia Restrepo

Silvia Restrepo Restrepo, vicerrectora de investigaciones de la Universidad de los Andes

Silvia Restrepo
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Es fácil deducir, por cada uno de sus gestos y palabras, que Silvia Restrepo nació para ser científica. Que la pasión por la naturaleza, y por cada uno de sus microscópicos y macroscópicos residentes, recorre fluidamente por sus venas.

Esta bióloga experta en fitopatología (enfermedades de las plantas) ha logrado, con sus investigaciones, seleccionar variedades de yuca resistentes a la bacteria Xanthomonas axonospodis pv. Manihotis, microbio que estaba destruyendo este alimento y que, por culpa de su accionar, decenas de agricultores colombianos han tenido que quemar sus cultivos por años, dejándoles grandes pérdidas.

De igual forma, ha enfocado su trabajo en los patógenos que infectan la papa, tubérculo insignia de la alimentación colombiana. Estos no solo matan las hojas y el tallo de la planta que la produce, sino que devastan un cultivo completo en cuatro semanas.

"En mi doctorado pude estudiar el patógeno que estaba enfermando a la yuca. Este se mete por la planta y la seca de arriba hacia abajo. Cuando ataca a las plantas pequeñas es terrible, porque los campesinos se pasan las estacas y, al estar contaminadas, el siguiente cultivo se arruina", explica la experta, quien lleva más de 15 años investigando sobre la yuca.

Estos logros y su amor y entrega por esta particular rama de la ciencia contribuyeron a que fuera escogida por la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Accefyn, entre 11 destacadas científicas del país, para representar al país en una publicación internacional de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS, por sus siglas en inglés) que resalta la labor de las mujeres científicas menores de 45 años en 23 países de América y el Caribe. Ésta acaba de ser publicada.

No es el primer reconocimiento de este tipo. En 2010, en Montpellier (Francia) obtuvo el premio 'Louis Malassis International Scientific Prize for Food and Agriculture', otorgado a jóvenes científicos que trabajan en el área de la agricultura, por Agropolis Foundation. Y un año antes, recibió el 'Premio Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS)'.

Cuando fue asistente postdoctoral en la Universidad de Cornell investigó sobre el 'Tizón tardío', una enfermedad que afecta a la papa, y en medio de su labor académica se topó con un patógeno del reino protista que ataca al tubérculo y a otros cultivos: se trata de un protista responsable de la hambruna en Irlanda en 1845, llamado Phytophthora infestans, y que ya está comenzando a aparecer en los cultivos de tomate de árbol. El riesgo es que infecte a otro tipo de plantas. "Si pudiéramos entender ese proceso podríamos tratar de detenerlo en un próximo salto que haga a otro cultivo", afirma la Vicerrectora.

La experta, con una maestría en biología molecular y celular y un doctorado en fitopatología, ambos obtenidos en la Universidad de París VI, en Francia, también está trabajando en la creación de un sistema de alerta en la Sabana de Bogotá que permita descubrir las condiciones climáticas que determinan la enfermedad que ataca a la papa.

Igualmente, le ha hecho seguimiento a un hongo llamado Batracochytrium dendrobatidis, que ataca al 30 por ciento de las ranas del país y las mata en poco tiempo. Recientemente, hizo una revisión de la clasificación de los protistas a fin de conocer en detalle los procesos evolutivos de los patógenos en diferentes cultivos en Colombia.

Está casada con otro fitopatólogo, de origen venezolano, que conoció durante su trabajo posdoctoral en la Universidad de Cornell (Estados Unidos). En ese país nació su hijo. Ambos comparten el amor por la ciencia y, particularmente, el interés por las enfermedades que desarrollan las plantas.

Por eso, no duda en brindar un consejo a las jóvenes que quieran seguir sus pasos: no ponerse límites, llenarse de buena energía y demostrar que pueden hacerlo muy bien en cualquier campo, incluyendo las ingenierías y las ciencias duras que, erróneamente, han sido calificadas como carreras diseñadas para hombres. Estudiarlas es un reto más para demostrar que la sociedad está equivocada.

"No soy feminista pero el mensaje que puedo dar es creer en nosotras mismas, independientemente de las presiones que tengamos... La seguridad en uno mismo es más fuerte que el odio o la prevención que puedan sentir hacia nosotras", puntualiza.

Meses atrás, Silvia Restrepo fue nombrada miembro correspondiente de la Accefyn.
* Adaptación del artículo sobre Silvia Restrepo realizado para la publicación internacional "Jóvenes científicas. Un futuro brillante para las Américas", de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (Inter-American Network of Academies of Science –IANAS-), que promueve la participación de la mujer en la ciencia.

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