04/05/2015

La arquitectura es con la gente

Simón Hosie Samper

Conferencia de Simón Hosie Samper: Arquitectura en el lugar del otro

Simón Hosie habla con ímpetu y emoción. Su charla es una exposición de mil voces que cautivan al auditorio con las anécdotas de ‘un viaje personal y auténtico’.
Los relatos de Hosie empiezan a finales de los 90, antes de graduarse como arquitecto –con honores–, cuando salió a recorrer Colombia en busca del paraíso. Y lo encontró.

En uno de los bordes de pobreza de Bogotá, en las complejidades de Ciudad Bolívar, ubicó el barrio El Paraíso. Recorrió sus calles, se sentó en los andenes con la gente, se metió entre el microcomercio y al final de cuatro años de conocer el lugar y su gente, consignó sus vivencias en el ‘diario de bicicleta’.

Simón Hosie Samper es arquitecto de la Universidad Javeriana, de Bogotá. Es fundador del Laboratorio de Arquitectura y la revista + Arquitectura. Su obra se ha desarrollado en su mayoría en zonas de resguardos indígenas, y barrios marginales, con el patrocinio de entidades extranjeras. Este arquitecto fue merecedor de máximos honores en la Bienal de Arquitectura 2004, con su proyecto: Biblioteca Pública La Casa del Pueblo, Guanacas, Inza, Cauca.

Se ganó el cariño y la confianza de los vecinos y la experiencia se tradujo en una intervención artística y arquitectónica que empezó con relatos de la vida en el lugar; luego una exposición de muros y paredes que reflejaron la supervivencia y al final una obra física denominada ‘Casa de los Valores’, que aún sirve para actividades de niños y jóvenes del sector.

En adelante el viaje siguió por el país. Conoció la experiencia de reconstrucción del Eje Cafetero tras el terremoto de 1999 y conoció las virtudes de la guadua, un material que hace parte de su sello personal.

Estuvo en Amazonas y Cauca, convivió con los indígenas y a partir de esa experiencia concibió su proyecto de grado. Con la ayuda de los paeces de Yaquiba en Inzá, Cauca, construyó la ‘Casa del Pueblo’, una biblioteca
que es el punto de reuniones, aprendizajes y decisiones de la comunidad, y con la cual obtuvo todos los honores en la Bienal de Arquitectura en 2004.

Al cabo de algunos meses, hubo más viajes, experiencias, estudios y gente. Aprendió en escuelas de México cómo los pueblos prehispánicos ocuparon sus tierras y lo que ocurrió con la llegada de los conquistadores, y de ahí en adelante entendió que hay dos formas de habitar el mundo: por la destrucción o la conservación. Concluyó que el edificio verdaderamente inteligente es la maloca indígena, el lugar donde se respetan el entorno, los valores y el fuego; se cuentan las historias y los mitos fundacionales, "es una forma de habitar un territorio con respeto, por eso es inteligente".

Una parada en sus travesías le sirvió para dedicarse a reconstruir más que las casas de un pueblo arrasado por la barbarie paramilitar. Durante un año trabajó en El Salado (Sur de Bolívar), en la recuperación de casas, calles, recuerdos y esperanzas de la gente. Hizo de una cancha deportiva, llena de recuerdos dolorosos, un lugar para la memoria. Por eso define su trabajo como una labor inédita y comunitaria.

Así fue
Conferencia: 'Arquitectura en el lugar del otro'
Fecha: 16 de abril de 2015. Lugar: SD-1003. Universidad de los Andes.
Organizó: Comité de Paz del CEU y Facultad de Arquitectura.

En todos los proyectos deja su huella personal y lo evidencia en conceptos que él mismo aplica a la realidad. Por ejemplo, es el creador de ‘carta de vida’, una de las mejores formas de conocer a las personas, dice. "Es el reemplazo de la hoja de vida". Denomina ‘Banco de la República’ al grupo de bancas o butacas que dispone en un andén para que los parroquianos descansen: “Ese es el banco de todos”.
También es el creador de ‘los planos vivos’, que rompen con las formas bidimensionales y tridimensionales de ver la realidad. Es un sistema de información que consigna, de manera digital, características sociales de una comunidad que se beneficiará de un proyecto. “No se trata de una estadística socioeconómica. Con los 'planos vivos' se busca precisar cómo vive la gente, sirven para ubicar en un plano aquello que no veo como arquitecto”.

Y su revolución en la teoría es la ‘metodoilogicología’, a la que define sencillamente como la metodología para asumir lo ilógico, característica que es una constante en el trabajo de investigación.
Sus historias terminan siempre con una lección de vida. “Hay que entender a la gente antes de elaborar proyectos, hay que saber de su vida, de sus sueños, sus anhelos, porque el lugar que habitarán será su propia esencia".

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