10/07/2017

Un estudiante de Los Andes quiere mitigar el hambre en el mundo

Juan Pablo Casadiego Guevara participará de la Cumbre Mundial Agrícola para la Juventud para buscar mitigar el hambre.
Juan Pablo Casadiego Guevara participará de la Cumbre Mundial Agrícola para la Juventud para buscar mitigar el hambre en el mundo.
Por: Sandra Gutiérrez P.
admonmercadeo@uniandes.edu.co 

Juan Pablo Casadiego Guevara podría ser un muchacho como cualquiera. Cursa los últimos semestres de Administración en la Universidad de los Andes, tiene 22 años -recién cumplidos-, es el mayor de tres hermanos, le gusta bailar, cocinar comida francesa, aprender idiomas, visitar a sus abuelos los fines de semana y hacer deporte. De hecho, forma parte de la selección de natación de la Alma Mater. Pero será el único uniandino y uno de los dos colombianos que viajarán a Bruselas – Bélgica- a representar al País en la Global Youth Ag-Summit (Cumbre Mundial Agrícola para la Juventud), en octubre próximo.

Bayer Agricultural Education convocó a través de 30 Universidades colombianas y de las redes sociales a jóvenes entre 18 y 25 años que tuviera alguna propuesta innovadora que respondiera a uno de los desafíos más importantes de este siglo: cómo alimentar a un planeta con hambre, mediante agricultura sostenible. Entre casi 1200 postulaciones, el ensayo de Juan Diego, titulado “Conflicto armado, pobreza y hambruna, un fenómeno interrelacionado”, fue seleccionado, después de un minucioso proceso, que incluyó varias entrevistas en inglés, idioma oficial del evento.

Juan Pablo dice que enterarse de la convocatoria fue sencillo: solamente leyó un correo enviado desde la decanatura estudiantil y quedó motivado. “No solo la perspectiva de conocer Bruselas, que es la capital del mundo, sino pensar en hacer un aporte a Colombia desde un tema tan vital, especialmente en tiempos de posconflicto”, dice.

Pero la tarea no fue fácil. Se trataba de encontrar una idea que, además de innovadora, estuviera arraigada a una problemática local, que finalmente le hiciera una contribución al país. “Y me puse a pensar que para mitigar el hambre es necesario un ambiente paz, porque si no hay paz, no hay espacios sostenibles; entonces entendí que hay una relación estrecha entre los niveles de malnutrición y hambruna con los niveles de conflicto”, explica.

“Encontré que el problema colombiano que más ha afectado al campo es la violencia”, del análisis de este tema nació: Conflicto armado, pobreza y hambruna, un fenómeno interrelacionado. El ensayo parte de dos tesis, en donde Casadiego afirma que “el conflicto armado genera dos problemas: desplazamiento interno y ausencia de inversión, porque nadie querría invertir en una población –urbana o rural- con este tipo de conflicto. Eso produce pobreza, porque las personas que trabajan el campo se vienen a las ciudades e incrementan los cordones de pobreza; aquí encontré el primer motivo que impide suplir las necesidades básicas primarias como la alimentación… Es complejo, aunque parece simple”.

Por eso, para este joven bogotano, “desarrollar espacios de paz para una agricultura sostenible y fortalecer el trabajo entre la instituciones de los sectores público y privado, y las organizaciones del tercer sector, es fundamental para generar un impacto social, pero hay que atacar el problema de raíz”.

Juan Pablo reconoce que parte de su inquietud surgió cuando terminó el módulo sobre gestión pública dentro de su currículo de la Facultad. “Esa clase me hizo cuestionarme cuál era el rol de las entidades privadas, porque uno ve los actores involucrados en las cadenas de producción de una empresa que afectan una sociedad. Desde el punto de vista privado hay un fuerte componente social, porque la responsabilidad de las soluciones a los problemas públicos, como la hambruna, no son exclusivos del Estado”, indica. “Creo que la gestión pública desde lo privado es algo que hoy en día las empresas tienen que repensar”, puntualiza.

Así, con estos planteamientos, Juan Pablo Casadiego es uno de los 100 brillantes jóvenes líderes, de 49 países, que participarán en la Cumbre Mundial de Jóvenes por la Agricultura, YAS, del 9 al 13 de octubre en Bruselas – Bélgica. Con su participación pretende generar una sinergia con representantes de países que están en conflicto, observar sus problemas e indagar los orígenes de esas disputas y ver qué hay de diferente e innovador para abrir espacios de paz, en la propuesta de restitución de tierras, generación de empleos, tecnificación del campo, y en el análisis de la posibilidad de devolver a los desplazados a sus terruños.

“Colombia está en camino, hay una esperanza”, finaliza.

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