13/10/2015

Ingeniería de problemas sociales

foto de zapatos en calle
Ingeniería de problemas sociales
Si se miran como sistemas, temas tan amplios como la seguridad ciudadana o la administración de justicia, que tienen tantos actores y tantas posturas, parecerían tener una salida fácil. Esto es, palabras más, palabras menos, lo que predica la ingeniería de sistemas sociales, un filón de la ingeniería que busca el diseño de soluciones para situaciones complejas que ocurren en la sociedad.

Por ejemplo, en Colombia, el sistema penal tiene una congestión de un millón y medio de procesos, y aunque los gobiernos han hecho esfuerzos por mejorar esa condición, las medidas no han sido efectivas.

"La justicia tiene la misma estructura que cualquier cadena de producción", explica Camilo Olaya, magister en Ingeniería Industrial. Es decir, tiene una materia prima, en este caso, los delitos, y un producto final, las decisiones judiciales.

El problema de congestión tiene que ver con la cantidad de delitos que se cometen y con la agilidad con la que se resuelven los casos. O sea, con los productos de entrada y salida del proceso y con la velocidad con la que ocurren, tanto los delitos como las decisiones.

Comamos y bebamos, que mañana moriremos
Conferencista: Gloria Pérez


De acuerdo con Olaya, las medidas que han empleado los gobiernos para descongestionar el sistema han estado enfocadas en reducir los delitos o en agilizar la resolución de los casos, pero no se han trazado estrategias que aborden el problema global.

Y ahí es donde entra la ingeniería. "Porque hablan de destrabar cierta cantidad de procesos, pero no le dan un plazo para hacerlo. Es un tema de velocidad", señala. "Así como los vehículos andan en términos de kilómetros por hora, la justicia debería andar en términos de casos por año, o por mes".

Pero una cosa es lanzar la idea y otra, ejecutarla. Porque, en una fábrica, el dueño tiene control sobre el proceso completo, pero en la justicia colombiana intervienen tantos actores que la realidad se vuelve más compleja. "El reto es, entonces, propiciar acuerdos a lo largo de la cadena", explica el profesor de ingeniería y Doctor en Economía, que marca con esto la diferencia entre la ingeniería vista como la manipulación de herramientas para la fabricación de artefactos, versus la creación de diseños para solucionar problemas.

En ambas, dice, el resultado son artefactos, aunque, en la segunda visión no necesariamente son tangibles... Pueden ser planes de producción, esquemas salariales, políticas públicas o leyes.

De eso, y de su experiencia, hablará el viernes 16 de octubre la mexicana Gloria Pérez, presidenta del capítulo latinoaméricano de dinámica de sistemas. Es ingeniera en Sistemas Computacionales y doctora en Política Pública. Compartirá casos reales en los que el uso de metodologías de pensamiento sistémico aportan en la creación de estrategias de solución de problemas complejos y explicará cómo la ciudadanía hace parte de los sistemas.

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