23/05/2016

¿Es usted innovador? Parte 2

Vemos a una profesora con chaleco rojo, al fondo un edificio de ladrillos

Martha Vives habla de innovación

Por Martha Vives*

En la columna pasada, escribí sobre las condiciones que fomentan la innovación en una sociedad. En ella, terminaba con la pregunta: ¿qué podemos hacer en la Universidad para contribuir con el cambio y convertir a Colombia en un país innovador? A continuación, algunas ideas de mi cosecha, que espero se enriquezcan con los aportes de nuestra comunidad uniandina:

1. Aceptar los fracasos como parte exitosa del proceso de aprendizaje. Esta es una característica importante en los innovadores, y desarrollaría en los estudiantes la perseverancia, la capacidad de análisis, la autocrítica y la resiliencia. Sin embargo, el sistema educativo colombiano premia la respuesta única, rápida y correcta. ¿Qué pasaría si el estudiante tuviera una oportunidad de mejorar su examen con base en las correcciones del profesor, o de discutir sus fallas con sus pares? No se trata de evaluar con menor rigor, sino de favorecer el aprendizaje con base en el reconocimiento de los errores y la retroalimentación del guía.

2. Valorar al que se arriesga y desincentivar la burla. La crítica puede destruir el interés de los jóvenes por participar y compartir ideas novedosas frente a sus compañeros y profesores. Es indispensable que el ambiente sea riguroso en lo académico, pero amigable y receptivo para que todos se sientan libres de comunicar sus ideas; todas las innovaciones, antes de serlo, fueron percibidas como ideas "locas".

3. Incentivar el trabajo en equipo mediante actividades académicas que requieran de buena comunicación y solución de conflictos. Los innovadores se desarrollan en medio de la comunidad que los apoya, enriquece, reta y estimula; no crecen en medio del desierto ni solos como hongos. Los estudiantes no reconocen las ventajas del trabajo en grupo, probablemente porque los profesores no lo hemos sabido dirigir o aprovechar como se debe.

4. Inculcar el respeto por la propiedad intelectual. Las sociedades innovadoras reconocen el valor del conocimiento. La piratería y la copia son prácticas venenosas para la innovación. La reflexión sobre los aspectos éticos de cualquier actividad debería ser parte integral de la formación universitaria.

El reto para los educadores y las instituciones de educación es grande, ya que las características de los innovadores incluyen cualidades que en nuestra generación no desarrollamos (por supuesto, con algunas notables excepciones). Es un reto emocionante y difícil de eludir, si queremos enfrentar los años futuros con bienestar y en paz.

Retomando el principio de que lo importante es la gente, ¿tendremos los profesores la capacidad para innovar en nuestras prácticas? ¿Podremos convertirnos en catalizadores del cambio? Colegas, ¿somos innovadores?

Lectura recomendada:

Edison's five competencies of innovation, en http://www.powerpatterns.com/books/competencies

*Microbióloga, magíster en Microbiología y Doctora en Ciencias – Biología de la Universidad de los Andes. Es vicedecana de Investigaciones de la Facultad de Ciencias y profesora de la misma.

Este es un espacio abierto de opinión, si usted es profesor o investigador y quiere publicar su columna aquí, escriba un correo a Manuel Orozco, de Comunicaciones y Marca (mh.orozco50@uniandes.edu.co).

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