¿El dinero es felicidad? Phillip Thompson del MIT (Boston), pregunta

Phillip Thompson no está dispuesto a bajar la guardia en la pelea que sus antepasados dieron por su libertad, por eso dedica su vida a trabajar por los derechos de las comunidades afro en el mundo. Su lucha lo trajo hace varios años a Colombia, más exactamente a Buenaventura, para conocer a su gente y el potencial de la región.

Thompson, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Boston, visitó Colombia en julio para participar en la cuarta versión de Conexión Pacífico. Su intervención se alejó por completo de lo académico y tuvo un toque muy personal e inspirador dirigido a la gente del Pacífico y a los agentes de cambio del Gobierno.

Thompson conoce la región Pacífica colombiana y por eso les habló con el corazón. Sabe que los corazones de los líderes comunitarios, niños y emprendedores de la zona que luchan con todas sus fuerzas todos los días para cambiar sus condiciones y generar cambios necesitan el apoyo de los "grandes" y la solidaridad de quienes entienden la importancia de su lucha.

Aquí un breviario de su charla:

• "Mis ancestros llegaron aquí hace más de 2.300 años como esclavos y entonces no importó que habláramos otro idioma, sobrevivimos al tiempo de esclavitud porque ellos tenían las mismas ganas de vivir que nosotros tenemos ahora. Llegamos muy lejos como para ahora pensar en dar un paso atrás".
   
• "Creo que lo que más nos ayudaría a vivir una verdadera democracia y a entender que en la vida todos tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas oportunidades es replantearnos la idea que tenemos de felicidad. Creemos que el dinero es la felicidad y estamos equivocados. El dinero trae comodidades, pero nada más. Olvidamos que lo más importante de la vida no tiene precio. O acaso sabes cuánto valen tus ideas o podrías ponerle un precio a la habilidad que tiene cada ser humano para generar cambios y mover los corazones y los espíritus de los otros".
   
• "Las cosas en el Pacífico van a cambiar porque el corazón de su gente está peleando con trabajo y emprendimiento por eso. El primer paso es organizar toda su región y saber bien cuáles son sus necesidades reales. Pensar y sentarse a dibujar cómo quieren ver en 5 o 10 años y que necesitan conseguirlo. Tienen que unirse y utilizar toda esa fuerza para trabajar para que ninguna necesidad básica quede descubierta".
   
• "Nuestro mayor obstáculo es nuestra mentalidad. Hay que cambiarla. Claro que la Costa Pacífica necesita muchas cosas. Pero primero tenemos que estar seguros del valor de nuestra región, de su riqueza y la fuerza de su gente para saber qué necesita y cómo potencializar esas riquezas que están ahí y les pertenecen a todos".
   
• "Lo que más me molesta de la pobreza es que es innecesaria, es completamente prevenible. Pero si es prevenible por qué cada vez se aumenta más la brecha y no se reduce, como debería ser. ¿Por qué hay gente en la miseria?, ¿por qué hay gente que muere de hambre?, ¿por qué hay otros que tienen tanto? ¿Por qué no les interesa compartir?".

• "Hay que cambiar nuestra manera de pensar y entender que las nuevas tecnologías, que Internet democratizó de verdad la educación. El conocimiento gratuito abre la mente de la gente y es una oportunidad para que todos aprendamos de lo que queramos, en dónde queramos y cómo queramos".
   
• "No digo que el capitalismo sea del todo malo o que no existan buenos líderes de negocios en ninguna parte del mundo. Pero es una lástima que sean menos los que se preocupen por el bienestar general de un país, mientras que son más los que promueven el egoísmo y agrandan las brechas sociales".
   
• "Conozco el Pacífico colombiano y cuando estoy ahí me siento como en casa. Siento un espíritu vivo cuando veo cada una de las sonrisas de la gente. Porque no importa la realidad en la que viven porque hay alegría en sus venas. Por eso me emociona pensar en la transformación que se puede dar aquí".
   
• "Nadie se ha puesto a analizar de verdad los indicadores que demuestran que en los países en guerra los índices de desempleo son mucho más altos. Cuando la gente no tiene oportunidad de hacer, ni de ganar para comer pues va a la guerra. Si un joven no tiene oportunidad de trabajar, qué más hace".