11/12/2017

Pajareando por Los Andes

Ilustración de un colivrí verde y azul
Guía Ilustrada de las Aves de la Universidad de los Andes. 
Ilustración de un pájaro amarillo de pico grande.
Guía Ilustrada de las Aves de la Universidad de los Andes. 
Ilustración de una gallineta de color negra
Guía Ilustrada de las Aves de la Universidad de los Andes. 
Ilustración de un gavilán azul
Guía Ilustrada de las Aves de la Universidad de los Andes. 
Ilustración de un gavilán espigado pechiblanco con manchas cafés.
Guía Ilustrada de las Aves de la Universidad de los Andes. 
Ilustración de un colivrí verde y azul
Ilustración de un pájaro amarillo de pico grande.
Ilustración de una gallineta de color negra
Ilustración de un gavilán azul
Ilustración de un gavilán espigado pechiblanco con manchas cafés.
77 especies de aves se han registrado por el campus de la Universidad.

Un año de exploración.

Una sinfonía de trinos acompañaba los primeros destellos de sol. Eran las seis de la mañana. Era enero de 2015.

El frío y los golpes del viento hacían tiritar a los biólogos que rastreaban una de las faldas del piedemonte de los Cerros Orientales de Bogotá, una de las ciudades capitales con mayor diversidad de aves en el mundo.

Los investigadores desenfundaban binoculares y cámaras fotográficas mientras afinaban el oído, alertas, ante el paso de alguna reina de Canadá o de una buchipecosa.

La densa vegetación del cerro extiende curubos silvestres, manos de oso y trompetos a la parte alta del campus de la Universidad de los Andes. Era el centro de operaciones del Grupo Uniandino de Ornitología.

Entre abutilones y cerezos se percibían los primeros aleteos. Camufladas, pirangas escarlatas (Piranga olivacea) comían sus frutos y picoteaban cuanto insecto se atravesaba. Esta es una de las 154 especies migratorias que aterrizan en la capital. Huyen del invierno en Norteamérica en busca de alimento.

“Ellas fluctúan a lo largo del año. Suben y bajan según la estacionalidad de las lluvias”, explicó la bióloga Cristina Rueda, líder del grupo.

El sol hizo su aparición y sobre arrayanes, cipreses y urapanes de la plazoleta San Alberto Magno y de los jardines de Villa Paulina, los investigadores captaron ráfagas en el aire. Era el halcón peregrino (Falco peregrinus), considerado uno de los animales más rápidos del planeta. Alcanza los 240 kilómetros por hora.

“Algunos los identificamos tan solo con oír su canto”, recuerda la bióloga, dos años después de aquella travesía, así como asegura que las últimas melodías de un comprapán (Grallaria ruficapilla) se registraron entre los arbustos y el bambú del Centro Deportivo o La Caneca –como lo llaman los estudiantes– a finales de 2014.

No ha vuelto.

Entre la ciencia y el arte

El censo arrojó un total de 77 especies que sobrevuelan por el campus. Se hizo una convocatoria abierta a miembros de la comunidad uniandina para la realización artística de una obra científica de colección. Se recopilaron 120 ilustraciones que terminaron en las aulas de la clase de Diseño Editorial, de la profesora Carolina Rojas.

Entonces, la ciencia y el arte, juntos, cristalizaron el sueño de los biólogos en la Guía ilustrada de las de aves de la Universidad de los Andes, un libro que expone distintas técnicas de ilustración análoga y digital –acuarela, lápices de color, pasteles grasos–, acompañadas de información científica: tamaño, dieta, forma del nido, migración, género, hábitat y abundancia.

“El diseño de cubierta y maqueta imita un diario de campo, con textos manuscritos y espacios para tomar notas y acompañar el avistamiento de estas aves en el campus”, destaca Julio Paredes, editor general de Ediciones Uniandes. La obra fue lanzada en la Feria del Libro de Bogotá – 2017.

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