13/02/2018

Diego Lucumí y Pablo Palacios, reconocidos como Afrocolombianos del Año

Imagen de Diego Iván Lucumí y Pablo Palacios

Diego Iván Lucumí, académico afrocolombiano del año 

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en Colombia y en el mundo y la hipertensión es el factor de riesgo más importante para estas enfermedades. Es precisamente la hipertensión, la que ha llamado la atención del investigador Diego Iván Lucumí, quien, desde su doctorado en Salud Pública de la Universidad de Michigan, ha estudiado los determinantes sociales e inequidades en el control de la hipertensión arterial en Colombia.

Gracias a su trabajo y aportes al país en este campo, en diciembre pasado recibió el galardón como el Afrocolombiano del Año en la categoría Academia, reconocimiento que otorga el diario El Espectador y la Fundación Color de Colombia.

Para Lucumí, profesor asociado de la Escuela de Gobierno y coordinador de la Maestría en Salud Pública de Los Andes, el premio, que muestra cómo la población negra contribuye al país desde diferentes espacios, también busca dar un mensaje muy particular a la población afro de que 'sí es posible'.

“Claro que hay limitaciones y barreras y se debe trabajar para romperlas para que personas como yo no seamos la excepción, pero que de alguna manera sirvamos como una fuente de ejemplo o motivación para otra gente”, dice.

Esta es la octava versión de la distinción Afrocolombianos del Año que reconoce el aporte de la población negra al desarrollo de Colombia en 13 categorías. El jurado estuvo compuesto por Fidel Cano, director de El Espectador; Fernando Carrillo, procurador General de la Nación; Cecilia María Vélez, exministra de Educación; Paula Moreno, exministra de Cultura; Pedro Medellín, columnista de El País y Semana; Élber Gutiérrez, jefe de redacción de El Espectador; y Daniel Mera, director ejecutivo de la Fundación Color de Colombia y columnista de El Espectador. El público en general fue el octavo jurado que pudo votar a través de Facebook.

Conozca más sobre Diego Iván Lucumí y su labor


Pablo Palacios, Afrocolombiano Joven del Año 

Pablo Palacios tiene 25 años, es chocoano, es estudiante de doctorado de Ciencias Biológicas y magíster en Ecología Evolutiva, ambos estudios en la Universidad de los Andes, ambos por medio de una beca.

En 2017, el nombre de Pablo salió del anonimato, porque fue escogido el afrocolombiano joven del año y porque en una golpeada zona del Golfo de Urabá, en diciembre pasado, junto a cinco investigadores de Los Andes, descubrió una nueva especie de rana venenosa: Andinobates victimatus (caminante de los andes, de las víctimas del conflicto).

La victimatus es roja, brillante, pequeña, exótica y bella, más que peligrosa se ve tierna. Las puntas de los dedos de las manos y de los pies son gris claro. Pertenece a la familia de las ranas venenosas y vive en las selvas tropicales en el extremo noroeste de Colombia, región alrededor del Golfo de Urabá, un lugar olvidado y que, incluso, los investigadores no se atrevían a explorar.

La rana no podría pertenecer a otra región del país, pues como dice Pablo, ambos son fruto de una tierra donde la biodiversidad brota desde todos los rincones, los azotes del conflicto armado golpean a diario a sus habitantes y la pobreza, en algunas zonas, es extrema; pero su belleza es más grande que sus problemas.

Su nombre: Andinobates victimatus, esconde una historia.

La rana fue nombrada así en honor a las víctimas del conflicto armado en la zona, pues fue descubierta en la parcela de un hombre con una estrecha y triste relación con la guerra. La rana, ahora, es el recuerdo de que en ese lugar de Colombia, en algún tiempo, hubo masacre y muerte.

Conozca más sobre Pablo Palacios y su labor

Compartir

  • Logo Facebook
  • Logo Twitter
  • Logo Linkedin