21/02/2019

Cáncer de cuello uterino, un problema de salud pública

Doctora aplicando una vacuna en el brazo izquierdo de una mujer
La vacuna contra el virus del papiloma humano previene 70 % de los casos de cáncer de cuello uterino. 
Científica realizando análisis en laboratorio
Doctora aplicando una vacuna en el brazo izquierdo de una mujer
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es muy común en el mundo, mujeres y hombres lo pueden contraer en cualquier momento de su vida, principalmente por contacto sexual. Sin embargo, son las mujeres las que corren riesgo de que el virus evolucione y se desarrolle en un cáncer.

En un estudio realizado en cerca de 35 países, liderado por la científica colombiana Nubia Muñoz, nominada al premio Nobel de Medicina en 2008 y galardonada con el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento, se logró descubrir que este virus es la principal causa del cáncer de cuello uterino y, desde hace más de una década, existe una vacuna para prevenirlo.

La científica compartió su experiencia como investigadora y habló sobre sus estudios sobre el cáncer de cuello uterino con estudiantes y profesores de la Universidad de los Andes. Ella reitera que este tipo de cáncer es un problema de salud pública a nivel mundial que persiste en los países en desarrollo, ya que no tienen los suficientes recursos e infraestructuras para realizar campañas de tamización frente al problema.

Además de la infección del virus del VPH, según el Ministerio de Salud y Protección Social, existen diferentes factores de riesgo como inicio temprano de relaciones sexuales, múltiples embarazos, consumo de tabaco, dietas inadecuadas, entre otras, que pueden contribuir a una lesión precancerosa y cáncer de cuello uterino.
Cerca del 70 % de los casos se previenen con la aplicación de la vacuna contra el VPH

De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las aproximadamente 311.000 defunciones por cáncer de cuello uterino que se registran cada año, más del 85 % se producen en las regiones menos desarrolladas.

Por lo anterior, el papel de esta vacuna es determinante en países donde existen altas tasas de mortalidad como África, debido a que pocas mujeres tienen acceso a citologías periódicas o exámenes que detecten lesiones precancerosas y, por lo tanto, la enfermedad se detecta muy tarde.

“La mayor parte de las vacunas se debe dar a niñas y adolescentes, en los países que mejor ha funcionado su aplicación es cuando se distribuye a colegios y escuelas”, señaló Muñoz.

En ese sentido, Colombia ha adoptado la vacuna en el esquema nacional de vacunación en dos dosis (0-6 meses) y es gratuita para todas las niñas y mujeres de 9 a 18 años de edad.

Muñoz afirmó que existen diferentes factores que han impedido la amplia distribución de la vacuna, sobre todo en países en desarrollo, como los altos precios, falta de campañas de prevención y la desinformación que generan los medios de comunicación.

La vacuna es producto de rigurosas investigaciones científicas que aseguran su eficacia y seguridad. Además, está respaldada por organismos internacionales de salud como la OMS, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sociedades científicas y el mismo Ministerio de Salud y Protección Social.

 

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