10/09/2018

El paso de Indi Iaku por la Universidad de los Andes

Seis personas sentadas en la tarima de un teatro en una ceremonia de graduación.
En mayo de 2018, Indi Iaku Sigindioy Chindioy, indígena camëntsá oriundo del Valle de Sibundoy (Putumayo), recibió el título de magíster en construcción de paz de la Universidad de los Andes.
Retrato de una familia indígenas y estudiantes que sostienen diplomas
En mayo de 2018, Indi Iaku Sigindioy Chindioy, indígena camëntsá oriundo del Valle de Sibundoy (Putumayo), recibió el título de magíster en construcción de paz de la Universidad de los Andes.
Retrato de una familia indígenas y estudiantes que sostienen diplomas
Seis personas sentadas en la tarima de un teatro en una ceremonia de graduación.
Retrato de una familia indígenas y estudiantes que sostienen diplomas
Indi Iaku viene de una expresión del indipayacu que significa ‘Agua sagrada del gran sol'.

–¿Qué hace un indígena estudiando en esta Universidad?, me preguntaban con curiosidad mis compañeros: “Vine a aprender y a comprenderlos a ustedes, con toda la paciencia del mundo, y a dar la talla”: Indi Iaku Sigindioy Chindioy.

 
Es el tercero de once hermanos, tiene 34 años, nació en la cuña del Valle de Sybundoy, una región que goza de una topografía Amazónica y Andina, donde están asentados dos pueblos indígenas: los Kamsá y los Inga. Indi Iaku Sigindioy Chindioi, su nombre, significa el agua sagrada del gran sol.

Indi siente frío con su atuendo, una especie de túnica blanca bordada con tejidos, combinada con textiles plenos en color, figuras con simbologías de su pueblo Camëntsá y, en su cabeza, una corona que tejió su tía Narcisa Chindoy. Indiscutiblemente atrae miradas con cada paso en el campus, en la ciudad.

Es sencillo en su forma de hablar, en su corte de cabello y en su forma de mover las manos; es completamente elocuente, tal vez, con pequeños tropiezos cuando pronuncia la “erre” por causa de su lengua de origen la Kamëntsá Bya. A donde llega se convierte en el puente entre dos mundos, el embajador de sus costumbres, el indígena colombiano que hace ya varios años inició su propia revolución intelectual traspasando fronteras, primero regionales, luego de pensamiento. Lo suyo fue la academia, la universidad... aprender y entender desde los libros.

En la escuela comenzó todo, a la edad de 5 años, fue gobernador del cabildo, luego alguacil mayor, después trabajó con gobernadores de cabildos indígenas.

A escondidas de sus padres presentó el examen para ingresar al colegio. Al graduarse de la escuela de educación convencional (impuesta por la Nación), que nada tenía que ver con su propio contexto, y a donde apenas llegaba la constitución del 91, decidió abrirse camino y de paso a su pueblo.

Se negó a quedarse en su tierra en oficios propios, ahorró y viajó a la capital; se graduó, becado de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad del Rosario, y más tarde, en 2018, también becado, se graduó de la Maestría en Construcción de Paz en la Universidad de los Andes.

Indi, además, ha sido asesor de la exministra de Justicia Ruth Stella Correa, coordinador de la jurisdicción indígena y la jurisdicción nacional, funcionario del Ministerio del Interior,  delegado de la ONU en misiones oficiales ante el comité para la eliminación de la discriminación racial y Representante de Colombia en el Foro permanente de Naciones Unidas para las cuestiones indígenas.

Fue a la universidad porque ahí está el potencial de" seguir abriendo posibilidades académicas, pero también está el conocimiento". Allí también piensa que puede combinar lo que es como indígena y lo que quiere que la sociedad reconozca y la constitución materialice.

Sus compañeros reconocen que compartir aulas con él era una forma de entender la sociedad colombiana, la realidad de esa otra orilla, más allá de una diversidad cultural.

Para él, por su parte, es fundamental la construcción de paz y por eso cree que es importante estudiarla. Ve la construcción de paz como la capacidad de entender que después de haber cesado un conflicto de más de 50 años se permita comprender realidades desde las regiones a las que no teníamos acceso, enajenadas, como fue su natal Putumayo.

“Los que hemos tenido la oportunidad de formarnos debemos llevar ese conocimiento, con toda esa carga identitaria de favorecer a los nuestros y ser esos puentes entre la región, la nación y la internacionalización. Yo me identifico como un embajador de la educación para que el Putumayo tenga educación”, reflexiona Indi.

Le puede interesar:
Maestría en Construcción de Paz: Apuesta Pionera para el Posconflicto

Compartir

  • Logo Facebook
  • Logo Twitter
  • Logo Linkedin