26/02/2016

Fopre: apoyo al talento, donado por la comunidad uniandina

Jornada Fopre en Uniandes

El Fopre entrega apoyos económicos a estudiantes

El rendimiento académico y la permanencia en la educación superior no solo están ligados al esfuerzo, compromiso y dedicación de los estudiantes. Las condiciones socioeconómicas de su familia y entorno determinan, en buena medida, el éxito en su desempeño y la continuación de sus estudios profesionales.

Hoy, cinco de cada 10 jóvenes desertan de la educación superior, según cifras del Ministerio de Educación, y una de las causas de dicho abandono es la ausencia de recursos económicos suficientes para costear su carrera y su manutención en la cotidianidad universitaria: transporte, almuerzo, fotocopias, libros, materiales.

Esta necesidad llevó a la creación, en 2003, del Fondo de Programas Especiales, Fopre, en la Universidad de los Andes, iniciativa que surgió de la mano del entonces Vicerrector de Asuntos Administrativos y Financieros, Alfonso Mejía. El objetivo era subsidiar esos gastos básicos de sostenimiento que comúnmente tiene un estudiante de pregrado, y que comenzaron a ser evidentes a través de los becarios del programa de apoyo financiero denominado ‘Oportunidades’.

En su momento, salió a flote la correlación entre desempeño académico y capacidad económica para financiar la alimentación durante largas jornadas de estudio, adquirir materiales educativos y transportarse por la ciudad para cumplir con el horario de clases.

En sus comienzos, el Fopre se alimentó con recursos donados por docentes y administrativos de la Universidad, quienes cedían un porcentaje de su salario para contribuir con esta buena causa.

Con el paso de los meses, la Dirección de Desarrollo se dio a la tarea de buscar fuentes adicionales de financiación para mantener y aumentar los aportes al fondo; es así como nació el Fopre Café, evento que se realiza dos veces al año y convoca a alrededor de veinte restaurantes, por espacio de una semana, con el fin de que donen el 30 por ciento de sus ganancias al Fondo de Programas Especiales. Este semestre se realizó entre el 29 de febrero y el 4 de marzo; en esta ocasión participaron 21 restaurantes, con una venta aproximada de $50.240.300. El siguiente se llevará acabo del 5 al 9 de septiembre.

En 2011 nace el Bingo Fopre, también con el propósito de fortalecer esta bolsa de recursos. A la fecha, se han realizado cinco bingos. El próximo será el 8 de octubre.

Más de 2.000 millones se invirtieron en 2015

Hoy, el Fondo de Programas Especiales –Fopre– gira mensualmente un subsidio de sostenimiento a los estudiantes con mayor necesidad económica, que varía según el apoyo requerido. En 2015, por ejemplo, se destinaron $2.320 millones para apoyar a cerca de 1.300 estudiantes (la mayor parte pertenecientes al programa Ser Pilo Paga); el 73,2 por ciento del dinero recaudado se destinó al auxilio de alimentación; el 25,2 por ciento al auxilio de transporte; el 1,2 por ciento para materiales y el 0,4 por ciento para pago de fotocopias.

Daniela Pérez, becaria de Quiero Estudiar, es una de las beneficiarias del subsidio. Tiene 18 años, cursa segundo semestre de Psicología y proviene de un hogar de estrato medio sostenido por su padre, quien labora como comerciante. “No siempre estamos bien económicamente. Mi papá gana en promedio $ 1 millón, pero este ingreso varía. El subsidio que recibo, de $270.000 al mes, significa una gran ayuda. Alivia la carga económica de mis padres”, afirma Daniela. Solo en fotocopias, dice, puede llegar a gastar entre $35.000 y $40.000 al mes.

Para algunos estudiantes, esta ayuda significa una diferencia entre comer y no comer. Así de simple.

"El Fopre tuvo un crecimiento a partir del año pasado, pues este subsidio lo solían recibir en promedio 500 beneficiarios. Con la llegada de los estudiantes del programa gubernamental de becas Ser Pilo Paga, aumentó el número de jóvenes que requerían este tipo de apoyo", afirma Ana María Neiza, jefe de Apoyo Financiero. En 2012, por ejemplo, este beneficio llegó a 386 estudiantes que demostraron necesidad económica y que estaban financiados por la Universidad.

"Es un fondo limitado", recalca Neiza, por lo cual se busca que cada vez haya más estudiantes, administrativos y docentes que donen a esta causa –se reciben aportes desde $10.000–, a la cual también aportan algunos egresados y la misma Universidad. Estos recursos favorecen la retención estudiantil.

Adicionalmente, el Fopre se alimenta de un porcentaje de recursos cedidos por 30 puntos de venta de alimentación, 30 máquinas expendedoras (snacks y bebidas), nueve cajeros electrónicos y dos puntos de fotocopiado e impresión, entre otros, que funcionan en el campus.

Dicho porcentaje, que varía entre el 2 y el 12 por ciento, proviene del total de las ventas netas de los establecimientos. El propósito es que la comunidad haga uso de los servicios que estos prestan, de manera que haya más estudiantes beneficiados con el subsidio.

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