18/09/2017

¿La fuerte temporada de huracanes es normal? ¿Puede afectar a Colombia?

Imagen de un huracán tomada desde el espacio.
Tres huracanes se formaron de forma simultánea en aguas del océano Atlántico. Foto: AFP
La actual temporada de huracanes en el Atlántico ha sido, según expertos, una de las más activas y costosas (en término de daños) de los últimas décadas, con tres huracanes activos al mismo tiempo y uno de ellos alcanzando categoría 5 (la máxima) incluso antes de alcanzar las zonas más calientes del mar Caribe.

Irma, José y Katia se formaron casi simultáneamente, con Irma como el huracán categoría 5 más largo que jamás se ha registrado, según departamentos meteorológicos de Europa y África.

De acuerdo con el servicio de meteorología francés Météo France, Irma se formó a pocos kilómetros de la costa africana y 250 kilómetros por hora antes de alcanzar las aguas del mar Caribe ya había alcanzado el máximo nivel de destrucción, rozando Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Cuba, justo antes de golpear tierra en Florida.

Irma sostuvo esas altas velocidades durante más de 33 horas, convirtiéndose así en uno de los huracanes más largos en términos de tiempo y superando a otros que en el pasado dejaron enorme devastación como el tifón Haiyan, que en 2013 dejó más de 6.000 personas muertas en Filipinas.

La profesora Maria del Carme Huguet, del Departamento de Geociencias de la Universidad de los Andes, explica que la intensidad de estos fenómenos climáticos como Irma, José y Katia depende de la temperatura del agua, que aumenta con la época de verano y es por eso que entre meses como junio y septiembre es muy común que se presenten huracanes, ciclones y tifones en distintas partes del mundo.

“Cuando la temperatura del mar está a 26 grados, la cantidad de agua que se evapora es mucho mayor y, cuando alcanza una altura de entre 10 y 20 kilómetros, esa agua se encuentra con la temperatura más fría del aire. Eso causa condensación y los vientos generan el huracán”, explica Huguet, quien agrega que, aunque es normal que en esta época del año se formen huracanes, no recuerda una temporada en la que se hayan formado tres con tan altas intensidades y casi de manera simultánea.

Las causas de este fenómeno, sin embargo, no han sido determinadas por la comunidad científica. La profesora Huguet asegura que existen algunas hipótesis que apuntan hacia la influencia del calentamiento de la Tierra, pero hace hincapié en que esta tesis no ha sido comprobada por la observación histórica de los huracanes.

“Es una teoría. Existe la posibilidad de que sea cierta, pero no se ha comprobado científicamente aún, así que sería irresponsable afirmar que el cambio climático es el responsable de que haya huracanes, ciclones y tifones tan fuertes. Es una posibilidad, desde luego, si hay más calor, el agua se evapora más y a mayor velocidad, pero lo cierto es que hay registro histórico de huracanes muy, muy fuertes en décadas pasadas”, explica la docente de Geociencias.

Investigadores franceses han registrado aumento en el número de estos hechos climáticos que datan, incluso de los años 70, pero nada de esto se ha relacionado directamente con el calentamiento global o el fenómeno invernadero.

Además, la cantidad de satélites que orbitan el planeta no era tan alta hace 40 años, por lo que los registros de meteorología no pueden compararse históricamente.

¿Los huracanes pueden afectar a Colombia?

El recorrido que hacen los huracanes que se forman en el océano Atlántico pone a Colombia en su camino. El movimiento de vientos alisios los dirige hacia el continente.

Pero no es nada común que cuando los vientos huracanados golpean tierra, estos terminen por afectar el territorio nacional, más allá de zonas como San Andrés, que se encuentra en un punto más cercano al mar caribe.

Según las explicaciones de la profesora Huguet, la responsable de la protección contra huracanes en Colombia es la Sierra Nevada de Santa Marta, la cual actúa como una suerte de escudo que repele los ingredientes de la fórmula que crea huracanes: es decir temperatura, agua y viento.

La docente explica que, por su altura, la Sierra tiene una atmósfera fría que evita que el calor que empuja los vientos continúe su camino, lo hace inmediatamente bajar de velocidad. El frío de la Sierra se convierte en una barrera y hace que el huracán cada vez que dé un giro vaya tomando velocidades hacia el lado contrario y lo empieza a alejar.

Normalmente, la parte del huracán que alcanza las costas colombianas es la menos fuerte, por lo que el escudo de la Sierra lo puede repeler con mayor facilidad.

Sin embargo, sí tiene efectos, como aumento de lluvias y posibilidad de inundaciones por crecientes de ríos y lagunas en la zona.

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